Para analizar el impulso viajero se usa un acoplador inductivo que desacopla la corriente sobre la cubierta del cable. Las señales del acoplador se pueden visualizar mediante un reflectómetro de impulsos. Tomando como base el tiempo transcurrido entre los distintos impulsos, se puede calcular la distancia. Para ello, solamente es preciso marcar dos picos o flancos sucesivos en la onda viajera mostrada por el IRG. La distancia entre el generador de tensión de choque y el lugar de la avería es idéntica a la diferencia entre las distancias de los dos picos que el equipo indica en metros.

La distancia hasta la avería se puede saber mediante la representación gráfica del reflectómetro de impulsos. Para que, en la medida de lo posible, se vean en la pantalla todos los picos de esta onda viajera, el rango de distancia del IRG se debe ajustar de modo que represente un múltiplo de la longitud del cable.

En el método de decaimiento, el reflectómetro de impulsos evalúa la onda de tensión que, después de la ruptura dieléctrica, oscila entre el punto de la avería y la fuente de tensión:

   
En el diagrama de evaluación, simplemente se marcan dos picos de tensión positivos, dos flancos o (por ejemplo) dos pasos por cero sucesivos y luego se lee la distancia. Dividiendo la diferencia entre estos dos valores entre 2 y restando los cables de prueba se obtiene la distancia que hay hasta el lugar de la avería.

Al igual que con el método ICM, para visualizar el resultado se debe elegir como preajuste un múltiplo de la longitud del cable, de modo que en la pantalla se puedan mostrar varias oscilaciones.