Localización de tendidos activa y pasiva
Método de localización final de averías en cables

Cuando los cables se han instalado recientemente, lo habitual es tener información detallada, por ejemplo, la que ofrece un sistema de información geográfica (GIS). Si este no es el caso, la localización de tendidos se debe llevar a cabo con los equipos adecuados. Para ello, existen dos métodos:
Localización de tendidos pasiva
El método pasivo puede, a su vez, aplicarse de dos maneras: Localizar el tendido usando la frecuencia de la red, o bien hacerlo con radiofrecuencia.
Estos procedimientos se emplean cuando el cable no está directamente accesible, cuando no es posible desconectarlo de la tensión, o cuando antes de cavar se debe determinar si hay cables en la zona de excavación.
Mientras el cable está sometido a tensión, siempre se puede utilizar como señal la frecuencia de 50/60 Hz de la red. También las ondas de radio se pueden usar para localizar fácilmente el tendido.
Todas estas frecuencias generan alrededor del cable un campo magnético que se puede captar inductivamente y "rastrear" mediante una bobina de recepción que el técnico de medición va moviendo por encima de la tierra.
Este método funciona siempre, ya que todas las conducciones subterráneas conducen señales de 50/60 Hz o señales de radiofrecuencia (también las tuberías de agua). Sin embargo, tiene una limitación: con él no se puede trabajar de forma selectiva. No permite la asignación a una línea definida, ya que todas las conducciones metálicas situadas bajo tierra emiten estas señales.
Localización de tendidos activa
Para localizar selectivamente el tendido de un cable definido, la única opción posible es la localización activa. Esta consiste en introducir en el cable una frecuencia definida que luego se localiza y se rastrea en la superficie.
Para localizar un tendido de forma activa, primero se desconecta el cable de la tensión y luego, lo ideal es poner una puesta a tierra en el extremo remoto de la fase. A continuación, se acopla en él la señal procedente de un emisor de audiofrecuencia. En principio, esto se puede hacer de tres maneras:
- Mediante acoplamiento galvánico con conexión directa a una fase operativa
- Mediante acoplamiento inductivo de la señal de audio, utilizando una pinza inyectora de señales que envuelve el extremo del cable
- Mediante acoplamiento inductivo con una antena de cuadro
El acoplamiento correcto para la localización del tendido activa
El acoplamiento de la señal con la pinza inyectora de señales también se puede emplear cuando el cable está en funcionamiento, por ejemplo, cuando es preciso determinar posiciones de líneas de derivación y empalmes en acometidas domésticas. En este caso, la frecuencia de la red y la señal acoplada se superponen.

La señal también se puede acoplar con una antena de cuadro cuando no se puede acceder directamente al cable, por ejemplo, porque, en el punto de acoplamiento, el cable está enterrado. Sin embargo, en este caso existe el problema de que la señal de la antena de cuadro se acopla al receptor a través del aire hasta una distancia de entre 5 y 10 m.

Mientras que el acoplamiento galvánico permite aportar al cable toda la potencia del emisor de audiofrecuencia, el acoplamiento inductivo solo permite que el cable reciba un pequeño porcentaje de la energía disponible. Si el cable está en funcionamiento —y por tanto no está puesto a tierra—, el tendido localizable se reduce a unos cientos de metros. Esto se debe a que, cuando no hay fase de retorno, la frecuencia acoplada solamente se propaga a través de las capacidades del cable, y la intensidad de la señal disminuye exponencialmente a medida que la distancia aumenta.

La frecuencia correcta para la localización del tendido activa
En principio, son válidas las siguientes reglas:
- Las frecuencias bajas tienen gran alcance y se acoplan menos a los cables contiguos, pero tienen mala calidad de transmisión cuando el acoplamiento es inductivo.
- Las frecuencias altas se atenúan más y por tanto tienen menos alcance. Además se acoplan muy fácilmente a los cables contiguos, por lo que no son tan selectivas. Su calidad de transmisión es mejor si el acoplamiento es inductivo.
Para elegir la frecuencia y la potencia de emisión óptimas hay que optar siempre por una solución intermedia, y es muy posible que la elección cambie a lo largo del proceso de localización de tendidos de cable.
Menos es más: Cuanta menos energía de emisión se utilice, menos interferencias cabe esperar.